Sin ánimos de repetir de nuevo hechos ya descritos en otros comunicados, nos vemos en la obligación de responder las falacias vertidas en el escrito de la CIT de Madrid.
En sus palabras, la CIT de Madrid recuerda que la CNT-AIT se separó de la AIT durante un tiempo pero no dicen como fue ese proceso. La decisión no se tomó en ningún congreso ni tan solo en pleno o plenaria de la organización. En su comunicado hablan de respetar acuerdos tomados libremente de manera mayoritaria o asamblearia, pero la ruptura con la AIT se hizo contra los acuerdos de todos los congresos, incluidos los anteriores a ese acontecimiento, celebrados en Córdoba y Zaragoza, y sin saber quienes decidieron eso en secreto, vulnerando acuerdos y sin dar ni tan solo explicaciones a su afiliación. Así como con las querellas judiciales contra los sindicatos de la CNT-AIT, con peticiones incluso de prisión, y que habían decidido los dirigentes de la CIT sin ni consultar ni informar a sus bases.
Cuando no consiguieron excluir de la AIT a todas sus secciones menos a 3, dejaron de cotizar a la Internacional, usurpando la parte de la cuota mensual de afiliación de cada miembro, y que nunca sabremos donde fue destinada, pues dejaron de presentar cuentas hace muchos años. Con esa imposición de sus dirigentes, violan los acuerdos de todos los congresos, como fue ya norma a partir del congreso de Córdoba, dando mucho poder al Comité Confederal. A las peticiones de explicaciones por parte de la AIT ante los impagos mantenidos durante año, los mismos dirigentes respondieron que la Internacional actuara como debía, invitando a su expulsión como era la intención por la vía de los hechos consumados. Pero para forzar más su propia desfederación, y estando aún en la AIT, organizaron una reunión pública en Baracaldo llamando a crear otra internacional.
Ya que la CIT de Madrid habla de usurpaciones podría responder a los numerosos requerimientos de la AIT para que devuelva los archivos de la misma depositados en su día en la Fundación Anselmo Lorenzo, ahora de la CIT, pero que se niegan a retornar a la AIT.
Mienten también cuando dicen que la propiedad de los locales de la CNT-AIT de Madrid era suya. Antes de la falsificación de papeles que hizo la CIT, una de las dos plantas era propiedad legal del Sindicato de la Construcción de la CNT-AIT de Madrid y la otra del Sindicato del Metal, también de la CNT-AIT, y no de la CIT. Falsificaron papeles, como la CIT de Olot hizo también en Figueres (Catalunya) para convencer a un juzgado que eran la CNT-AIT de Figueres y quedarse con su local. Así en Madrid lograron poner a su nombre los locales históricos de la CNT-AIT en la capital.
Quieren desahuciar esos locales no para usarlos, sino para venderlos como pisos de lujo o turísticos, colaborando y lucrándose de la gentrificación de los centros urbanos.
Por otra parte, acusan a la CNT-AIT de demandas judiciales cuando es precisamente la CIT la que ha demandado al juzgado para que envíe a la policía a desahuciar los locales de la CNT-AIT de Madrid; cuando ha puesto querellas judiciales en la Audiencia Nacional contra todos y cada uno de los sindicatos de la CNT-AIT, pidiendo además 50.000 euros a cada sindicato, cantidad que ellos saben que ni de lejos ningún sindicato dispone con la intención de cerrarlos legalmente. Y cuando la CIT presentó querella penal pidiendo dos años de cárcel para compañeros de la CNT-AIT de Tarragona por oponerse legalmente la venta de su local.
Todas estas decisiones de demandar judicialmente sindicatos, usurpar sus locales, desahuciarlos e incluso pedir prisión son decisiones de los dirigentes de las CIT, y sus sindicatos y afiliación se enteran por internet. Ese es el concepto de horizontalidad y asamblearismo de la dirigencia autoritaria de esa organización.

Y de la misma manera, la CIT, con muy poca vergüenza, nos acusa de sus propias acciones cuando habla también de asaltos. Ningún sindicato de la CNT-AIT ha asaltado un local de sindicato de la CIT, ni se le ha intentado vender, ni les hemos reclamado dinero ni pedido prisión. La CIT sin embargo sí asaltó, robó y destruyó todo lo que pudo en repetidas ocasiones en Cádiz y recientemente en Figueres. Al igual hicieron en Madrid cuando expulsaron la federación local de sindicatos, e incluso antes de tomar el acuerdo asaltaban sus locales en la Plaza Tirso de Molina. Locales que ahora piden al juzgado su desahucio policial, pues hoy en día esos locales en el centro de Madrid valen millones de euros, y los dirigentes bien retribuidos de la CIT babean con el negocio que harán.
Cabe añadir que en el repugnante pero frustrado asalto de la CIT a los locales de Madrid participó un afiliado a la CIT de Valladolid que cuando estuvo en el Comité Confederal se supo que robó decenas de miles de euros pero ni se le expulsó ni se sabrá a cuánto salió finalmente el desfalco pues se negaron a pasar las cuentas. En la posterior gestión del comité confederal se tomó ejemplo y continuaron los descuadres y la opacidad en la cuentas. También participó en ese asalto el entonces secretario de la regional Centro, y que siguió ejerciendo como tal aunque ya ni era miembro de la CIT, pues estaba afiliado a la federación local de Madrid que habían expulsado.
Son solo algunos ejemplos de como los hechos de la burocracia dirigente de la CIT son precisamente lo contrario a lo que predican, demostrando una vez más que siempre habla y se llena la boca quién más tendría que callar, para esconder sus vergüenzas entre el vómito de mentiras.
En los próximos meses la CIT seguirá intentando judicialmente que la policía asalte los locales de la CNT-AIT de Madrid en Tirso de Molina, todo un referente social durante décadas que ha albergado un sinfín de actividades y dado cabida a tantos colectivos populares. Pero la CIT tiene un problema de funcionamiento vertical y opaco, y su burocracia corrupta es insaciable y anhela los millones de euros que sacarán con la venta de esos locales sindicales, y con ello colaborar en que el centro de Madrid sea privilegio de ricos y turistas.
Evidentemente, la CNT-AIT, que ha pasado por muy peores momentos en su ya larga historia, se enfrentará. Una cuadrilla de mafiosos no podrá lo que Estado nunca logró en todas sus formas: extinguir el anarcosindicalismo.